La familia y allegados de la adolescente raptada, violada y asesinada el 4 de febrero de 2001 en Miramar, realizarán una serie de actividades para recordar a la víctima para reclamar justicia por el hecho. A las 18, se descubrirá un cartel en su memoria sobre una de las plazas en el centro de la ciudad.
Al cumplirse hoy 20 años del crimen de Natalia Melmann, la familia y allegados de la adolescente raptada, violada y asesinada el 4 de febrero de 2001 en Miramar, realizarán una serie de actividades para recordar a la víctima para reclamar justicia por el hecho.
El acto central se realizará a las 18 en una de las plazas céntricas de Miramar, sobre calles 21 y 24, junto al anfiteatro “Lolita Torres”, donde cada año finalizaban las movilizaciones. Allí, se descubrirá una señalización instalada a través de una articulación entre la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, la Subsecretaría de Derechos Humanos bonaerense, y el Municipio.
“Esta señalización va a recordar a Natalia, pero sobre todo es para sostener el reclamo por memoria, verdad y justicia”, explicó a Télam el padre de la adolescente asesinada, Gustavo Melmann.
Ya a partir del lunes pasado se vienen realizando una “marcha homenaje virtual” a través de las redes sociales, para evitar las aglomeraciones en el marco de la pandemia por el coronavirus.
Este recorrido exhibirá más de 300 fotos y 50 videos con testimonios de amigas, familiares y docentes de Natalia, “que van a contar quién era ella, todo lo que pasó en estos años y pedir justicia”.
“Justicia x Nati” y “20 años sin Natalia Melmann” y son algunas de las consignas elegidas para homenajear a la víctimas en redes sociales.
En una entrevista que mantuvo con Télam, el padre de Melmann aseguró a 20 años del asesinato que el caso, por el que tres policías fueron condenados a prisión perpetua y un cuarto está a la espera de un nuevo juicio, marcó “un antes y un después” en la localidad de Miramar y en el país, y aseguró que “si ella estuviera viva, hoy lucharía junto al feminismo”.
El asesinato de Natalia (15), ocurrido el 4 de febrero de 2001, produjo un fuerte impacto a nivel local y nacional, y desde entonces sus familiares y allegados, acompañados por organizaciones de la sociedad civil, sostuvieron el pedido de justicia y amplificaron el repudio a la violencia de género e institucional.
Los condenados a perpetua son los policías Oscar Echenique (61), Ricardo Anselmini (53) y Ricardo Suárez (58), por ser coautores de los delitos de “rapto, abuso sexual con acceso carnal agravado por la pluralidad de personas y homicidio criminis causa”.
Según la investigación del caso, la menor fue obligada a subir a una camioneta de la Policía bonaerense cerca de las 7 del 4 de febrero de 2001, y llevada a una casa ubicada en el extremo sur de Miramar.
En esa vivienda, Natalia fue violada en reiteradas oportunidades y, según el fallo condenatorio, “con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual”, la estrangularon con un lazo confeccionado con el cordón de una de sus zapatillas hasta provocarle una muerte por asfixia.
Los tres policías trasladaron luego el cuerpo al vivero Florentino Ameghino, donde fue hallado cuatro días más tarde, debajo de una pila de hojas.
El crimen provocó la reacción de la comunidad local, que encabezó junto a los familiares y allegados de la adolescente múltiples marchas para pedir por el esclarecimiento del caso y produjo incluso un impacto político: el entonces presidente, Fernando De la Rúa, se reunió pocos días después con los padres en Miramar.
Un juicio realizado en 2002 ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de Mar del Plata derivó en las condenas de Echenique, Anselmini y Suárez, y también fue sentenciado en esa instancia, pero a 25 años de cárcel, Gustavo “Gallo” Fernández, por su participación en el secuestro, aunque la pena fue reducida luego a 10 años de prisión.
En 2018 se celebró un nuevo juicio en el TOC 4 marplatense a un cuarto policía Ricardo Panadero (63), imputado como coautor de “privación ilegítima de la libertad por el uso de violencia, abuso sexual agravado por acceso carnal y por el concurso de dos o más personas, y homicidio doblemente agravado por haberse cometido para lograr la impunidad de los coautores de un delito anterior”, aunque terminó absuelto.
El 13 de noviembre de 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso, que aún está pendiente.